No hace mucho, con motivo de su 50
aniversario, una guerra olvidada, y en su día casi silenciada, volvió a
despertar cierto atención. Fue, sin embargo, un interés reservado al ámbito académico,
que a lo más que llegó fue a la publicación de algunos libros, varios ciclos de
conferencias y a que en el Congreso de los Diputados –curiosamente a
proposición de un partido nacionalista- se pidiera el reconocimiento a los que
en ella habían combatido.
La
Legión, como siempre desde su fundación, no podía estar ausente en un conflicto
en el que España estuviera envuelta, e implico en el a cinco de sus banderas.
Fue un conflicto que marco su historia, tanto durante el –las últimas Cruces
Laureadas se otorgaron a dos de sus
miembros por la Batalla de Edchera-, como posteriormente, con la creación de
los Tercios Saharianos, que hicieron del combate en el desierto su
especialidad.
Esta guerra, de nuevo hoy relegada a
estanterías polvorientas, fue la última en la que España combatió por una
tierra que consideraba suya, esta guerra, sin un resultado claro, fue la guerra
de Ifni-Sáhara.
1. Los precedentes históricos.
Las tierras por las que España entró en
disputa con el Ejército de Liberación Nacional (Yeicht Taharir) habían sido ambicionadas por España desde la época
de los Reyes Católicos, cuando, después de la conquista de las Islas Canarias,
se decidió dar el salto a la costa occidental africana, que ofrecía unos buenos
caladeros para la pesca y el acceso a mano de obra esclava para las
plantaciones de caña de las islas.
1.1.De Santa Cruz de la Mar Pequeña a Sidi Ifni y el
Protectorado Sur.
Fue el propio conquistador de las
Canarias, Diego García de Herrera, el que después de vender a los reyes sus
derechos feudales sobre esas tierras, dio el salto a la costa y fundo una
fortaleza en lo que hoy sería el Sahara Occidental (Canales y del Rey, 2013).
Fue en 1476 cuando lo funda con el nombre de Santa Cruz de la Mar Pequeña.
Pasaron los años, y aunque España -en especial los pescadores canarios- no
olvidó sus derechos sobre estas tierras, nunca se acababa de materializar el
asentamiento de una colonia. Llego el siglo xx
y la repartición de África por parte de las potencias colonialistas europeas.
Tras una serie de tratados y negociaciones con Francia, España se quedó en el
reparto con la zona norte del protectorado de Marruecos, con capital en
Tetuán, con el enclave de Ifni y el
resto de territorio sahariano. La resistencia de las kábilas rifeñas en el sur,
junto a las continuas trabas puestas por Francia, fue retrasando la ocupación
efectiva de los territorios saharianos, haciéndolo en 1916 solo en la zona
conocida posteriormente como Cabo Juby –en estos momentos se le dará el nombre
de Protectorado Sur y tendrá por fin un estatus jurídico gracias a los acuerdos
alcanzados con los franceses-, situando la capital en Villa Bens.
Tras el desembarco de Alhucemas y la pacificación conseguida en 1927, España
estaba por fin en disposición de entrar en la zona de Ifni. Será ya en la II
República, en 1934, que España hace posesión oficial de Ifni y el que será
llamado Sahara Español. Ifni, enclavado en la zona de influencia francesa,
tendrá como capital la colonia de Sidi Ifni. Toda esta zona quedará bajo el
mando de un Alto Comisario (Historia Desterrada, n.d.).
1.2.La creación de la AOE.
A raíz de la Segunda Guerra Mundial, se
permite la creación de partidos políticos en el protectorado de Marruecos,
destacando el Reformista, que enseguida pedirá la independencia. España reaccionará publicando el 20 de julio
de 1946 el Decreto por el que se creaba la AOE (África Occidental Española),
que iba a agrupar las colonias españolas en el oeste de África. Esta AOE iba a
quedar dividida en la zona sur (Cabo Juby), la Sequia el Hamra (con capital en
El Aaiún) y la colonia de Río de Oro (con capital en Villa Cisneros). La AOE
iba a quedar a cargo de la Presidencia del Gobierno a través de la Dirección
General de Marruecos y Colonias y estaría dirigida por un gobernador que debía
de ser General o Jefe de uno de los tres ejércitos (Canales y del Rey, 2013).
2. La gestación de una guerra.
Una de las primeras consecuencias que
trajo el fin de la Segunda Guerra Mundial fue la creación de la organización de
Naciones Unidas y el nacimiento del independentismo moderno contra el
colonialismo europeo. Los territorios españoles en África no iban a ser una
excepción y tras tantos años para poder ocuparlos, España se iba a tener que enfrentar
a las ansias separatistas de sus modernas colonias.
2.1.La independencia de Marruecos y el nacimiento del Ejército
de Liberación.
Estando España aún convaleciente del
aislamiento internacional, recién levantado por el pacto con Estados Unidos;
fueron los franceses los que inicialmente se preocuparon en exclusiva del
problema independentista marroquí. Aunque el Partido Istiqlal (Partido por la
Independencia), publica el 1944 un manifiesto que se considera la fundación del
independentismo marroquí, será a principio de los años 50 cuando la oposición a
las naciones europeas empiece a ganar fuerza. La situación empeora cuando en
1953 los franceses destituyen a Mohamed V, sultán de Marruecos. A raíz de este
destierro, se organizan varias bandas armadas que hacen del terrorismo su forma
de actuación. Pese a que su acción principal se concentraba contra la zona
francesa, el territorio de Ifni –más sensible por estar enclavado en el
protectorado francés-, también sufrió alguna manifestación por la independencia
e incursiones de grupos armados. Estos grupos se integrarán en 1955 en el
llamado Ejército de Liberación Nacional (Yeicht
Taharir). Este ejército irregular contará con mandos marroquís curtidos en
Indochina y algunos desertores de la Legión Extranjera. Se organizaban en
batallones (Rahas) de seis compañías
(Mías). En poco tiempo contaban con
2000 hombres equipados con armamento americano y europeo, mucho de este, igual
o mejor que con el que contaban los españoles.
Desde
un principio, el Yeicht Taharir hizo
múltiples infiltraciones en territorio español, con la excusa de que estaban
luchando contra los franceses, algo que los españoles, todavía, no veían con
malos ojos. Pero en estas incursiones, el Ejército de Liberación aprovechaba
para hacer campaña entre las tribus de la zona española, sembrando la discordia
que no tardaría en estallar.
El encarnizamiento del conflicto y la
presión internacional, llevó a Francia a aceptar la independencia de Marruecos
el 2 de marzo de 1956. España aceptó el acuerdo en parte. Entrego la zona norte
del protectorado, pero con la excusa de la inestabilidad política de la zona,
no entregó el territorio occidental. Ese argumento se basaba, a que conseguida
su independencia política, Marruecos no se había conformado y deseaba ahora
construir el Gran Marruecos
integrando en el a Mauritania y otros territorios. Para ello, volvió a
solicitar la neutralidad española en su lucha contra los franceses. Fue en una
reunión de un lugarteniente de Mohamed V con el comandante Álvarez-Chas,
que este se percató de como el Yeicht
Taharir se había infiltrado en territorio español y dio la voz de alarma.
2.2.España reacciona. Creación de la xiii Bandera de La Legión.
El gobierno español había tardado en
darse cuenta de lo grave del problema, pero ahora la reacción fue inmediata. Ya
antes de la citada reunión, se había enviado a la i Bandera Paracaidista a Sidi Ifni, previo paso por
Fuerteventura. La situación de la zona era muy complicada por el hecho de que
la población indígena era 20 veces superior a la europea. Hasta entonces las
fuerzas españolas en la zona se reducían al Tabor de los Tiradores de Ifni y
las fuerzas policiales, donde muchos de sus integrantes eran autóctonos y la
confianza en su fidelidad era, cuanto menos, dudosa.
Es
por ello, que en junio de 1956, por Orden Comunicada del E.M. se crea la xiii Bandera
de La Legión del AOE (Fournier et al., 2003). Se formó en base a una compañía
de cada uno de los Tercios (situados por entonces en Taüima, Ceuta, Larache y
Villa Sanjurjo). Fijo su residencia en El Aaiún, donde llegó en julio de 1956,
estando en diciembre de ese año totalmente organizada en 5 compañías y al mando
del comandante Ricardo Rivas Nadal. Desde un primer momento, la xiii de constituyó como bandera
independiente y fue destacando compañías hacia el interior.
El
26 de enero de 1957 el general Pardo de Santallana, gobernador de la AOE, se
traslada al sur, a Villa Cisneros, para comprobar cómo marchan las operaciones
en Mauritania. Una vez allí ordena el despliegue de la Legión formando un
triángulo en Aguenitm, Tichla y Auserd, con la misión de desarmar a los
fugitivos que traspasaban la frontera y enviarlos a Marruecos.
2.3.La tensión aumenta. La “guerra de Agosto”.
En los últimos meses, la decisión de
España de cobrar nuevos impuestos en el Sahara y filiar a los indígenas con
tarjetas de identidad en las que se les calificaba de pastores; había hecho
aumentar la oposición de estos hacia el gobierno español por la humillación que
les suponía a estos guerreros orgullosos.
Los
vuelos de reconocimiento realizados por la aviación española daban cada vez más
partes sobre la intrusión de bandas armadas en el territorio español. España
reaccionó cambiando su actitud respecto a la relación con Francia, con la que
empezó a colaborar. Se sigue reforzando la zona y en julio de 1957 se establece
la iv Bandera de La Legión en
Villa Cisneros, cuya principal misión será la de reconocer y vigilar el
recorrido entre esta localidad y El Aaiún.
El
verano de ese año, uno de los más secos en cien años, mostrará a las claras la
hostilidad cada vez más abierta del Ejército de Liberación, que empieza a
realizar ataques aislados contra algunas patrullas españolas. Es la conocida
como “guerra de Agosto”, donde las tropas españolas se van a percatar de lo anticuado
de su material –en ocasiones de peor calidad que el de su enemigo-, y de la
falta de medios motorizados a adecuados para el transporte de tropas de
infantería por el desierto. El gobierno, debido a la escasez de medios y
efectivos, abandona las posiciones del interior y se centra en la defensa de
las principales ciudades de la AOE en la costa.
2.4.Se avecina la guerra. Llegan nuevas Banderas de La
Legión.
Por motivos de edad se había sustituido
al general Pardo de Santayana por Gómez-Zamalloa. Este en El Aaiún establece un
perímetro defensivo de 4 kilómetros con una sección de morteros de la xiii Bandera. La Legión también se encargaría de la
vigilancia y defensa del aeródromo, que resultaba vital.
En
noviembre llegan refuerzos, entre ellos la ii
Bandera de La Legión, que quedará de reserva en Villa Bens, para realizar
contraataques. La zona de Ifni se verá reforzada con la vi Bandera, tras un breve paso por El Aaiún.
3. El estallido de la guerra.
El imparable proceso de descolonización
y la ambición de Marruecos hacían que el conflicto fuera inminente. Algunos
prefirieron llamarlo conflicto en lugar de guerra, pero 300 españoles dejaron
allí su vida y otros 500 derramaron su sangre por mantener unos años más la
bandera española ondeando sobre esas lejanas tierras.
3.1.Ifni.
La guerra de Ifni-Sáhara empezaba el 23
de noviembre a las 04:00 tras el corte de las comunicaciones telefónicas de los
diferentes puestos territoriales con la capital Sidi Ifni. Apenas una hora y
cuarenta minutos después se escuchaban los primeros disparos. Algunas de las
débilmente defendidas posiciones del interior cayeron en manos del enemigo y se
empezaron a dar las primeras acciones heroicas.
Aunque
el papel de La Legión en esta guerra estuvo volcado principalmente en el Sahara
Occidental, las acciones que Ifni realizó la vi
Bandera, al mando del comandante León Gallo, tuvieron una gran importancia en
el devenir de la contienda.
Al
margen de diversas escaramuzas, tuvo un papel destacado en el apoyo al
repliegue a Sidi Ifni de las unidades que participaron en el famoso salto sobre
Tiliuin.
3.1.1.
Operación Netol.
Tras el primer
salto de guerra paracaidista en Tiliuin y la conocida como Operación Pañuelo,
se hacía necesario el rescate de las posiciones de Telata, Arba del Mesti y
Tiliuin. Para ello se diseñó la Operación Netol, que pretendía limpiar la zona
de bandas enemigas (Colldefors, 2007b).
La vi
Bandera partió junto a otras unidades en una columna motorizada el 1 de
diciembre. Fue muy importante la combinación entre la fuerza combinada de aire
y tierra para el éxito de estas misiones. Protegido su avance, los legionarios,
apoyados por tiradores de Ifni consiguieron rescatar a la sección del malogrado
héroe teniente Ortiz de Zarate. Fue el día 2 a las 07:00 cuando contactaron con
los sitiados en Telata, no pudiendo alcanzar el puesto hasta las 22:00 del día
4. Al día siguiente, los legionarios, junto a la guarnición de Tiliuin,
consiguieron replegarse a la capital. Habían estado seis días seguidos
marchando y combatiendo sin tregua alguna. No acabaron aquí las acciones de la
Bandera, pues fueron requeridos enseguida para rescatar con éxito la sección de
otro héroe de esa guerra, el alférez Rojas Navarrete.
3.1.2.
El fin de la AOE y la Operación Diana.
A la vez que se
desarrollaba la guerra, el gobierno español quiso cambiar el estatus jurídico
de estos territorios acabando con la AOE y transformando al Sáhara y a Ifni en
provincias españolas, pasando a depender ambas del capitán general de Canarias.
Mientras en el Sáhara parecía que España
concentraba más esfuerzos y realizaba operaciones junto a Francia; la guerra en
Ifni parecía llegar a su fin. La Operación Diana tuvo como objetivo aumentar el
perímetro defensivo a un área de 6 kilómetros, para lo que era necesario tomar
por la fuerza dos centros de resistencia enemiga. Para ello, se dividieron las
fuerzas españolas en dos Agrupaciones tácticas, quedando la vi Bandera en la Agrupación Táctica Sur.
La experiencia ganada en combates anteriores, junto a la llegada de mejor
armamento y material, hizo que las operaciones transcurrieran con mayor
agilidad.
3.1.3.
La Operación Pegaso y la reestructuración del
territorio.
Dentro de las
acciones de limpieza del territorio, la Operación Pegaso fue la última de
ellas, cuyo objetivo era llegar a Tabelcut, en la frontera norte del
territorio, mientras se despejaba el camino hacia dicha población. Era una
acción compleja, pues mientras legionarios y paracaidistas formarían una línea
defensiva tomando las alturas del interior; iban a cubrir el avance motorizado
de policías y tiradores. Estos debían alcanzar Tabelcut y contactar con los
paracaidistas que habrían llegado allí tras un desembarco aéreo. Conseguido
todo esto, las fuerzas se replegarían sobre Ifni, protegidos por la misma línea
defensiva (Canales y del Rey, 2013).
La falta de carros de combate y
vehículos blindados, como lo que si habían en el Sáhara, y el hecho de que los
guerrilleros del Ejército de Liberación también habían mejorado su experiencia
de combate, hizo que el avance de legionarios y paracaidistas, iniciado a las
08:00 del 19 de febrero de 1958, se viera seriamente frenado. La acción
principal estaba a cargo de los legionarios, que durante horas soportaron una
feroz resistencia, pues cada piedra o brecha tenía que ser conquistada al
enemigo. Hasta las 09:30 no se consiguió tomar la primera de las colinas, pero
siguió el avance y aún quedaba por tomar un pico muy escarpado, el Id Alí U
Mehand, donde los legionarios empezaron a escalar bajo un nutrido fuego
enemigo. El ímpetu legionario y la llegada por el aire de refuerzos
paracaidistas, permitió tomar las últimas cotas a las 13:45. La acción le había
costado a La Legión cuatro muertos y siete heridos (Fournier et al., 2003).
Tras esta operación y el repliegue a la
capital Sidi Ifni, se puede decir que la guerra en esta provincia estaba
finiquitada. Se reorganizó la defensa en cuatro centros de resistencia y un
punto de apoyo, quedando la vi Bandera de La Legión en el Centro de
Resistencia “D”, hasta que el 27 de Agosto de 1958 fue trasladad al
acuartelamiento de El Aaiún donde estaba la xiii,
que a su vez ocupó su lugar en Ifni hasta su disolución en 1969.
3.2.Sáhara.
La táctica en el
Sáhara, con una superficie a defender mucho más amplia fue diferente a la de
Ifni, especialmente en, la ya señalada, búsqueda de la ayuda francesa. Francia
veía con honda preocupación como las fuerzas españolas podían verse desbordadas
y que a ellos se les abrieran nuevos frentes. Con el desastre de Anual aún muy
presente en la mente de los mandos españoles, la primera medida fue abandonar
las posiciones más alejadas de las capitales, o en su defecto, dejándolas en
manos de tropas indígenas, en las que cada vez se confiaba menos. El coste de
esta política fue enorme, pues muchas tribus nómadas del interior se vieron abandonadas
a su suerte por España, y acabaron por unirse al Ejército de Liberación.
Para La Legión la guerra en el Sáhara
fue mucho más importante que la de Ifni, y de ella sacaron unas conclusiones
muy valiosas sobre la guerra en el desierto, aplicadas más tarde por los
Tercios Saharianos, que tan buen resultado dieron hasta el abandono definitivo
del Sáhara en 1976. A la presencia de la recién creada xiii Bandera, se sumó la iv
en julio de 1957, la ii en
noviembre y la ix ya en enero,
justo después del combate de Edchera.
Tras
establecerse una serie de núcleos defensivos entorno a la capital El Aaiún, el
plan de operaciones consistió en ir barriendo el desierto en acción combinada
con los franceses, que facilitaron mucho las operaciones gracias a su apoyo logístico, mucho más desarrollado que el
español. Tras rechazar varios amagos de asalto a la capital, la primera acción
seria se produjo el 22 de diciembre, cuando el jefe del dispositivo, coronel
Mulero, decidió hacer un reconocimiento ofensivo por La Saguia el Hamra,
que acabó con un ataque de los legionarios sobre el oasis del Messeid. Tras
iniciar el ataque con fuego de morteros y barrer la zona con las
ametralladoras, el enemigo comenzó a huir, pero fue alcanzado por los
legionarios que tomaron el oasis a la bayoneta (Canales y del Rey, 2013). Al
día siguiente, los guerrilleros del Ejército de Liberación intentaron vengar la
derrota, pero fueron frenados por las fuerzas españolas. Mientras, la situación
en Villa Cisneros y Villa Bens, era algo más tranquilo, lamentando solo unas
pocas bajas en una emboscada.
3.2.1.
El combate de Edchera.
Si hay algo por
lo que se recuerda está olvidada guerra, eso es el combate de Edchera. Mucho se
ha escrito sobre esta acción, de la que aún hoy existen algunas lagunas. Pero
lo que es seguro, es que, independientemente de lo acertado del movimiento
táctico de aquella jornada, las escenas de sacrificio y heroísmo la hicieron
pasar a los anales de la historia con letras de oro.
Eran las 07:00
del 13 de enero de 1958, cuando la xiii
Bandera, al completo de sus efectivos, salió en dirección a Edchera con la
misión de efectuar un reconocimiento sobre esta zona y obtener información de
contacto (Fournier et al., 2003). A la acumulación de Banderas legionarias en
el Sáhara, se había sumado la dotación de nuevo armamento y la inclusión de
artillería ligera. Aquel día, la bandera no la llevaba, siendo su base de fuego
inconsistente (Casas, 2008). Al llegar al borde este de la orilla del lecho
seco de La Saguia el Hamra, se estableció contacto con el enemigo, el cual
estaba perfectamente organizado y con un plan de fuegos ajustado. La 2ª
compañía, al mando del capitán Agustín Jáuregui Abellas,
se introduce en exceso en el lecho del río, en una zona donde el enemigo era
muy superior en número y volumen de fuego, seguramente en la idea de tomar el
Messied y que el enemigo no escapara de nuevo como en la acción del día 22
(Ejército de Tierra, n.d.). Mucho se ha criticado por esta maniobra al capitán
Jáuregui. Los testimonios de este combate son muy variados, dependiendo del
lugar que ocupó en el cada uno de los testigos. La Bandera intentó envolver al
enemigo por el flanco sur, pero al estar fijada la 2ª compañía, no fue posible,
y se da la orden de repliegue. El enemigo, a su vez también intenta envolver a
las fuerzas legionarias, pero es frenado por el movimiento de la 1ª compañía
hacia el flanco norte, para reforzar a la 3ª. Aquí, el testimonio del coronel
Manuel Álvarez López -que era por entonces teniente de la 3ª compañía, y vio el
combate desde el flanco norte-, resulta de gran importancia:
“Cuando el enemigo
empezó a envolvernos por dicho flanco, me di cuenta que nos iba a efectuar
fuegos cruzados de flanco y de frente, de los que iba a ser complicado salir
con vida. Sin embargo, al oír los disparos que procedían del fondo de la
Saguia, cesó la acción de envolvimiento del enemigo por nuestro flanco norte
que resultaba tan sumamente arriesgada. El motivo fue que las reservas enemigas
se emplearon para combatir al capitán Jáuregui y a los hombres que le
acompañaban.” (Escrito de homenaje y
agradecimiento al capitán D. Agustín Jáuregui Abellas, por su acción de heroísmo
y de sacrificio en el combate de Edchera, al sacrificarse en beneficio de sus
compañeros de la XIII Bandera de La Legión el 13 de enero de 1958, ápud Memoria
Blau, n.d.).
Según este testimonio, la tan criticada
acción del capitán Jáuregui fue fundamental para salvar a la Bandera de ser
envuelta por el enemigo. Cuando se le dio la orden de repliegue, el fallo de
las transmisiones o la fijación del enemigo le impidió realizar el movimiento.
Mientras la 1ª reforzaba a la 3ª por el norte, una de sus secciones, la mandada
por el Brigada Fadrique, fue enviada al
fondo de La Saguia a reforzar la compañía del capitán Jáuregui (Rodríguez,
2005). Al llegar no pueden contactar con
el capitán Jáuregui ni con ninguno de sus hombres y han de contener una
avalancha humana que conoce el terreno a la perfección y les triplica en número.
Pese a la violencia del choque, la sección consigue situarse a duras penas en
una precaria defensiva. Con escasos abrigos y cubiertas, el enemigo no da
tregua y el brigada recibe una primera herida en el hombro. Las bajas de ambos
bandos se multiplican y el brigada recibe dos nuevos balazos en la clavícula y la
oreja. Dándose cuenta de que es imposible contactar con el capitán y viendo que
sus hombres no paran de caer, decide sacarlos de aquel infierno. Se queda
cubriendo la retirada de lo que queda de su sección, acompañado únicamente de
dos cabos y el proveedor de un fusil ametrallador, el legionario Maderal
Oleaga. El brigada recibe una nueva herida y viendo que no podrá salir de allí
ordena a sus hombres que se marchen, algo a lo que se niega Maderal Oleaga. Los
dos hombres son ya presa fácil para el enemigo, que acaba con la vida del
legionario de un certero disparo. Solo ya el brigada, recibe un disparo en el
vientre, pero aún continua agotando su munición hasta que otro le destroza el
cráneo (Martín, 2012). El enemigo fue implacable y destrozó a golpes y machetazos
los cuerpos de ambos héroes.
Por esta acción, el brigada Fadrique y
el Caballero Legionario Maderal Oleaga iban a recibir las dos última Cruces
Laureadas de San Fernando que se han concedido en nuestro país.
El combate transcurrió durante todo el
día, hasta que llegada la noche, el enemigo rompió el contacto y huyó dejando
50 muertos en el terreno y estimándose otros 200 heridos de una fuerza total de
500 hombres. La Legión tuvo 43 muertos y 64 heridos, siendo la sección del
brigada Fadrique la más castigada, con 20 bajas de un total de 31 hombres,
incluyéndole a él y a sus tres jefes de pelotón.
|
Legionarios caídos en aquella inolvidable jornada. |
3.2.2.
La Operación Teide-Ecouvillon.
Los sucesos de
Edchera, empujaron aún más al gobierno español a buscar la colaboración de
Francia para terminar con las bandas rebeldes del Sáhara. Fue así como nació la
Operación Teide, que los franceses llamaron Ecouvillon.
La idea era buscar y aniquilar a los
grupos del norte del Sáhara, para luego continuar con la limpieza del centro y
el sur (Canales y del Rey, 2013). En resumen, barrer el territorio, que es lo
que significa el vocablo francés de la operación. Las fuerzas españoles se
dividieron en tres agrupaciones tácticas, A, B y C, con base en las tres
capitales del Sáhara Español. La A, con base en El Aaiún contaba con tres
banderas legionarias, la iv, la xiii y la ix; mientras que la B, en Villa Bens, quedó la ii.
La operación se extendió de febrero a
junio y fue un éxito. El uso de carros de combate y vehículos blindados, junto
al apoyo de la aviación, fue minando la resistencia de los rebeldes. Una de las
acciones más destacadas para La Legión, fue cuando el 10 de febrero, la iv Bandera fue atacada en Uad El Jat con
armas ligeras y granadas de mortero. El apoyo artillero y de la aviación, permitió
el asalto de los legionarios, equipados ya con el moderno fusil de asalto CETME
A2, que le hicieron 15 bajas al enemigo.
Poco a poco, las tribus nómadas fueron
abandonando al Yeicht Taharir y
reconociendo al Majzenespañol.
4.
El fin de la guerra y sus consecuencias.
El éxito de las
últimas operaciones, había llevado a Marruecos –que era quien realmente había
estado siempre detrás del Ejército de Liberación-, a querer negociar con España
sobre los territorios en disputa. Después de tantas luchas, el resultado de lo
pactado iba a decepcionar a los que allí habían combatido e iba a abrir una incómoda
situación para los autóctonos que a día de hoy aún está sin resolver.
4.1.El Tratado de Cintra.
Firmado por
España y Marruecos el 1 de Abril de 1958, cuando aún se desarrollaban los
combates con cierta asiduidad, el tratado establecía que España se desprendía
de una parte del Sáhara, concretamente de Cabo Juby. La entrega no estuvo libre
de tensión, pues los marroquís mandaron enseguida a Villa Bens al general
Bel-kasem, antiguo general del ejército español, que informó de que el propio
príncipe iba a ir a la toma de posesión del territorio. Tras varios rife rafes,
el 20 de mayo se hizo la entrega del territorio sin ninguna presencia de la
familia real marroquí.
4.2.Los años tras la guerra.
Los años que
siguieron a la guerra no dejaron de estar exentos de incidentes aislados. Pese
a ello, España inició en los años sesenta una increíble recuperación económica
de la cual se vieron beneficiados también sus territorios del Sáhara. Se construyeron
infraestructuras que luego nunca más han vuelto a disfrutar los saharauis.
Ifni permaneció
rodeada de territorio marroquí hasta su cesión definitiva el 30 de junio de
1969. El año anterior, España le había dado la independencia a su otro
territorio africano, Guinea Ecuatorial, y el siguiente paso fue entregar Ifni,
después de 35 años de posesión, a la corona marroquí.
Respecto a la
provincia del Sáhara, destacó en estos años las acciones del Frente Polisario,
que reclamaba la independencia de Río del Oro y la Saguia el Hamra. Este grupo,
aún hoy, desea un territorio saharaui libre, pero la acción de Marruecos con la
famosa Marcha Verde de 1975, hizo que España entregara este territorio, cuyo
estatus aún sigue sin estar claro por parte de la ONU.
4.3.Los Tercios Saharianos.
La consecuencia
más importante de la guerra y posteriores tratados para La Legión fue la
creación de los dos Tercios Saharianos.
El gobierno español había aprendido que
la guerra en el desierto era muy particular y creo estas unidades para su
especialización. El primer paso fue la mejora del armamento y material, algo
imprescindible para afrontar con éxito posibles enfrentamientos. Se
sustituyeron las alpargatas, más propias de otro siglo, por botas y se
introdujo por primera vez un uniforme mimetizado, el M-59 (Canales y del Rey,
2013).
Los Tercios Saharianos implicó la
disolución de unas Banderas y la redistribución de otras. Mientras que el 1º y
el 2º siguieron en Ceuta y Melilla, el 3º y 4º serían los desplazados a la
zona. Ambos iban a quedar formados por dos Banderas, un grupo ligero de
caballería y una batería de artillería transportada (disueltas en 1964). Sus
fuerzas iban a ascender a 2500 hombres y 500 vehículos de combate cada uno. El
3º iban a quedar emplazado entre El Aaiún y Smara, con la vii y viii
Banderas; mientras que el 4º estaría únicamente en Villa Cisneros con la ix y la x.
El nivel que alcanzaron estas unidades
fue reconocido internacionalmente, siendo consideradas como una de las mejores
en combate en superficie desértica. Estaban más que preparadas para enfrentarse
al enemigo, pero por motivos políticos, en 1976 abandonaron aquellas tierras en
la que tanto sudor y sangre legionaria se había derramado (Rodríguez, 2005).
|
Foto aérea con Croquis del Combate de Edchera. |
|
Movimientos de la XIII Bandera durante la Batalla de Edchera. |
Bibliografía:
· Libros:
-Canales,
C., del Rey, M. (2013), Breve historia de
la guerra de Ifni-Sáhara. Madrid: Nowtilus.
-Casas,
R., (2008), La última guerra de África
(Campaña de Ifni-Sáhara). Madrid: MDEF.
-Fournier,
J., Gárate, C., Lecea, M., Pérez, C. (2003), La Legión Española. Tomo II (1936-1971). Málaga: Urania.
-Manrique,
J., Molina, L. (2008), Ifni-Sáhara 1958,
sangriento combate en Edchera. Valladolid: Galland Books.
-Rodríguez,
J., (2005) ¡A mi La Legión! De Millán
Astray a las misiones de paz. Barcelona: Planeta.
·
Artículos en revistas:
-Colldefors,
J. (2007), “La
Operación NETOL”, Boina Negra, 252,
27-29.
-Colldefors,
J. (2007), “La
Operación PEGASO”, Boina Negra, 252,
42-44.
-García, F. (2007), “La campaña de Ifni-Sáhara”, La Legión, 501, 49-55.
-Herrera, M. (2002), “Ifni, cien días de guerra”, Revista de Historia Militar,
92, 3-10.
-Martín, A. (2012), “Fadrique Castromonte y Maderal Oleaga”, Militares, 96, 31-33.
·
Páginas web:
-El
Rincón de Sidi Ifni, (n.d.), Artículos
digitales, consultado el 20 de julio de 2014,
·
Páginas web
gubernamentales:
· Weblogs:
-Historia Desterrada, (n.d.), “África Occidental Española
(1946-1958)”, consultado el 20 de julio de 2014,
-Relatos de la Guerra Ifni-Sáhara. 1957/58, (n.d.), “XIII
BANDERA Edchera 1958”, consultado el 5 de julio de 2014,